Tengo 25 años trabajando en la industria de videojuegos directa o indirectamente. Probé el Oculus Rift en 2014 después de estar entusiasmado con VR en smartphones el mismo año (Google CardBoard FTW). Dejé una carrera en EA de 11 años para fundar (con mal timing) un fondo de inversión que quería invertir en VR/AR desde 2016.
No podría estar más entusiasmado y 'bullish' (como decimos en inversión bursátil).
Y sin embargo el lanzamiento del Apple Vision Pro que habíamos estado esperando por muchos años merece algunos piensos breves en forma de rant que no eliminan la emoción pero sin duda, reciben al gadget con una ceja levantada.
Como dijimos en Mundo Futuro, el podcast que hacemos por el puro gusto Jorge Alor, Jaime Limón y yo para Sonoro bajo la producción de Emilio Miller, sin duda alguna esta pieza de arte electrónico es un monstruo admirable de la ingeniería. Nadie niega eso y muchas de sus especificaciones técnicas son, de hecho, las razones concretas por las que me tiene encabronadamente emocionado el calentamiento del ecosistema VR/AR.
Esa es la palabra clave: ecosistema.
Apple abrió la batalla en el mundo del cómputo personal cuando tomó entre sus manos un ecosistema naciente de entusiastas del hardware en Silicon Valley para crear la PC que cambiaría al Mundo (la PC que realmente cambió al mundo sería la segunda, la Apple ][ o Apple 2). Lo mismo hizo cuando lanzó el iPod y revolucionó un ecosistema que llevaba poco tiempo en disrupción (la distribución musical) al lanzar, alrededor del aparato que almacenaría música digital como ninguno antes un ecosistema que se llamó iTunes. Finalmente, la última comunidad que Apple activó en dimensiones históricas y que la convirtió en la empresa más grande del planeta fue el ecosistema de desarrolladores de aplicaciones móviles, para hacer del iPhone, el dispositivo insignia de la revolución del cómputo móvil.
Y esta vez...
Apple le dio muy poca prioridad a transmitir que el Vision Pro estará procurando a la comunidad desarrolladora más allá de su partnership con Disney. Quizá más tarde lo hacen, pero en el evento donde anunciaron este device no dieron la impresión que dieron con el lanzamiento de la App Store en tiempos del iPhone.
Que un equipo desarrollador independiente, basado en USA o en cualquier otro lugar del Mundo, tenga que pagar $3,500 USD para entrar en un ecosistema que al menos durante el evento no se vio que es prioridad, es un gatekeeping con precio alto.
Se va a agotar el Vision Pro? Por supuesto.
Lo voy a comprar como compré el (carísimo a $1,500 USD) Meta Quest Pro? Claro.
Apple va a fracasar en su incursión AR/VR por el precio alto que le pusieron? Obvio que no.
Pero la tuvo ese día y la dejó ir.
Qué tuvo? La oportunidad de aplastar a Meta (al menos temporalmente) si ese pedazo de hardware tan cabrón lo hubiera puesto a ya no $1,500 como el Quest Pro sino incluso $2,000 o $2,499 estirando la liga. Con un pricepoint cercano al Quest más avanzado, Apple hubiera puesto un manotazo en la mesa más allá de lo cabrón técnicamente que está su nuevo juguete. Hubiera volteado la mesa por tener una estrategia go-to-market más abierta a crear y nutrir, desde day one, el ecosistema que Meta nunca ha podido tener del todo.
Acá se puede ver el fragmento del lanzamiento:
Después del rant, continúo con la emoción. En Altered Ventures estamos emocionados y entusiasmados por este paso adicional en la consolidación de un fenómeno que va más allá de una industria, sino que es una revolución en la forma en la que interactuamos con lo digital, la vida y el trabajo en línea, el entretenimiento y las computadoras.
Estamos listos para seguir el sueño que comenzamos a vivir (un poco temprano) en 2016.